La configuración del Estado y del Partido Comunista.
Tras el triunfo de la revolución de octubre, Lenin creó un nuevo Estado influido por la ideología marxista para la implantación de la dictadura del proletariado.
Una vez disuelta la Asamblea Constituyente (enero de 1918), Lenin convocó un Congreso de los Soviets de todas las Rusias, que aprobó la primera Constitución soviética. En esta Constitución no aparecía la tradicional división de poderes. Se caracterizaba por dos rasgos esenciales:
– La limitación del derecho de voto. Se reservaba a quienes ganaban su vida mediante un trabajo productivo, junto con los soldados y marinos. Perdían el derecho a voto los comerciantes, propietarios agrícolas, monjes y sacerdotes, burgueses, exfuncionarios, expolicías y miembros de la familia real.
– La organización piramidal de poderes. Los electores elegían a la institución suprema que era el Congreso de los Soviets de la Unión, que votaba un Comité Central Ejecutivo, y éste, a su vez, al gobierno o Consejo de Comisarios del Pueblo.
Con todo, el sistema quedaba bajo el control del Partido Bolchevique, que pasó a denominarse, a partir de 1921, Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), siendo su órgano de dirección un comité llamado Politburó.
La creación de la URSS y la constitución de 1924.
Los bolcheviques transformaron el Imperio ruso en una república federal.
En 1922 se creó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y, en 1924, se aprobó la Constitución del nuevo Estado soviético. En ella se definía las competencias de la Unión y las de las repúblicas federadas (en total 15).
En la base del sistema estaba el Congreso de la Soviets de la Unión. Éste elegía un Comité Ejecutivo Central, que pasa a ser el verdadero Parlamento, dividido en dos cámaras: el Consejo de la Unión (donde están representadas las repúblicas según su población) y el Consejo de las Nacionalidades (donde cada República cuenta con cinco miembros).
El poder ejecutivo correspondía al Presidium (compuesto por varios miembros, desempeña el papel de una Jefatura del Estado) y al gobierno, que sigue manteniendo la denominación de Consejo de Comisarios del Pueblo.
Con todo, la dirección efectiva de la vida política sigue estando controlada por el Partido Comunista Ruso.
La N.E.P. (Nueva Política Económica).
Como consecuencia de la guerra civil y del comunismo de guerra, la economía soviética se hundió y las ciudades quedaron desabastecidas.
Lenin comprendió que era necesario darle un giro a la política económica, adaptarla a los tiempos de paz una vez que se había superado el peligro de la guerra civil y la intervención exterior.
Entre el capitalismo (propiedad privada) y el socialismo (colectivismo o estatalización de la economía) debía pasarse por una etapa intermedia, que él mismo denominó “Capitalismo de Estado”.
En consecuencia, nacía la Nueva Política Económica (NEP). Consistía en una vuelta parcial a la economía de mercado capitalista, una economía mixta con medidas capitalistas y socialistas. Una medida importante fue suprimir las requisas de productos agrarios y reemplazarlas por un impuesto en especie. Los campesinos entregaban un 10% de la cosecha al Estado y el resto podían venderlo a los particulares o al Estado. Desde 1923 el impuesto en especie es sustituido por otro en metálico.
En la industria se desnacionalizaron las industrias con menos de 21 obreros y se permitió la entrada de capital y empresas extranjeras. También se liberalizó el comercio interior. El Estado siguió reservándose sectores clave de la economía: ferrocarriles, grandes empresas, bancos y comercio exterior. Lenin murió en enero de 1924 pero la NEP se mantuvo hasta 1928.
El balance de la NEP fue muy positivo, la producción aumentó en la agricultura y en la industria. Pero la NEP trajo también el enriquecimiento de determinados grupos sociales. Así, los propietarios agrícolas acomodados (los kulaks) o los pequeños empresarios o comerciantes (los nepmen) enriquecidos por el comercio libre. Estaban apareciendo en Rusia nuevos ricos, una nueva burguesía, lo cual venía a destruir el sueño marxista de una sociedad sin clases. Con todo esto acabará Stalin aplicando un sistema económico basado en la planificación, donde el Estado, de modo centralizado, marcaba los objetivos de toda la actividad económica a través de planes quinquenales.